Inmundo de melancolía,
Lloré como un
desgraciado,
Porque la muerte me arrebató
una vida.
Y quedé en aquel momento
frustrado,
Porque desde entonces,
No habría nadie a quien narrarle
mis poemas.
Ese día perdí una de mis razones,
Ese día perdí una de mis motivaciones,
Ese día perdí un ser querido,
Ese día perdí mucho más que suspiro.
Y las lágrimas cubrieron
mi rostro,
Como un río encaminado,
Destinado a la
resquebrajada lastima,
De lo que faltó por
hacer,
Y de lo que también se
hizo,
En muchos años,
O en tan poco
tiempo.
A.J Bravo
No hay comentarios:
Publicar un comentario